El pasado martes 18 de septiembre a las puertas de los juzgados de Móstoles se concentró medio centenar de personas en apoyo y homenaje a Nouredine a propósito de la apertura de las diligencias judiciales sobre las torturas que denunció haber sufrido en las dependencias policiales del municipio. Este grupo de vecinos y vecinas acudió convocado por SOS Racismo, la Coordinadora para la Prevención de la Tortura y la Asamblea Popular de Móstoles, manifestaron a través de su presencia y de los cánticos proferidos su solidaridad hacia este vecino en particular y su disconformidad con las actuaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado en el municipio de Móstoles, cuya comisaría, en palabras de un portavoz de SOS Racismo, es uno de los puntos negros de la Comunidad de Madrid en lo que concierne al maltrato a inmigrantes en dependencias policiales.
El día 29 de mayo Nouredine fue interceptado por una patrulla policial en un parque de Móstoles y, pese a tener los papeles en regla, fue reducido y conducido a comisaría. Allí reclamó que se le hiciera un reconocimiento médico a consecuencia de los daños ocasionados por los agentes y en donde se certificaban daños menores. Según su testimonio, a continuación, fue conducido a una celda y durante la noche en la que fue encarcelado fue sometido a vejaciones continuadas, culminando con la rotura de los dos antebrazos a consecuencia de la paliza que un agente embozado le propinó en los baños de la comisaría, uno de los pocos lugares de las dependencias policiales en donde no hay cámaras de seguridad. A la mañana siguiente, requirió un nuevo reconocimiento médico que ratificó la rotura de sus extremidades y pudo abandonar la comisaría no sin ser antes denunciado por «resistencia a la autoridad». A consecuencia de estas lesiones, Nouredine puso una denuncia ante los juzgados de Móstoles contando desde el primer día con el soporte de los tres colectivos que organizaron la concentración en su apoyo.
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